Tu guía para una mejor salud
Mientras más te muevas, mejor te sentirás. Al cuidar de ti misma les das un buen ejemplo a tus hijos. Empieza poco a poco en tu camino hacia una vida más activa. Un pequeño cambio puede marcar una gran diferencia para ti y tu familia.
Actividad física
El ejercicio físico es importante para la salud de los huesos y el corazón, también ayuda a tener flexibilidad y tono muscular. No solo mejora la salud, sino también el estado de ánimo y el sueño.
Algunas sugerencias de actividades:
- Sacar el perro a pasear
- Jugar con los niños en el parque
- Rastrillar las hojas caídas
- Limpiar la casa
- Bailar
- Subir y bajar escaleras
- Estacionar el coche más lejos
Antes de practicar una actividad nueva:
- Consulta a tu médico, especialmente si estás embarazada o acabas de dar a luz.
- No te excedas, comienza poco a poco.
- Antes de hacer ejercicio, haz ejercicios ligeros de calentamiento. Cuando termines tu sesión de ejercicios, dedica un tiempo a estirar los músculos.
- Bebe mucha agua.

No dejes de moverte
Estar sentada durante mucho tiempo provoca múltiples problemas de salud y aumento de peso. Para evitar la tensión muscular, hacer que la sangre fluya y la mente funcione lo mejor posible, practica algún tipo de movimiento a lo largo del día.
- Ponte de pie o camina cuando hables por teléfono
- Dedica una parte de la pausa para el almuerzo, sal a caminar.
- Toma un descanso cada hora para hacer estiramientos.
- Brinca, haz abdominales o camina en tu lugar cuando estés viendo la tele.
- Bebe mucha agua.

5 pasos para vivir bien
Hay muchas razones para cuidar de tu salud: verte y sentirte de lo mejor, dar un buen ejemplo a tus hijos y reducir las probabilidades de tener diabetes, enfermedades del corazón, cáncer y fragilidad en los huesos. Sigue estos 5 pasos para que toda la familia viva bien.
1. Sé realista.
Haz pequeños cambios en tu dieta. Esto puede ser tan sencillo como dejar de tomar leche entera o con 2% de grasa, por ejemplo, y sustituirla por leche con 1% de grasa o descremada
2. Atrévete a probar cosas diferentes.
Los refrigerios son una buena oportunidad para probar frutas y verduras diferentes.
3. Sé flexible.
Todo es cuestión de equilibrio. Come un almuerzo más ligero si vas a comer mucho en la cena. Busca maneras fáciles de elegir opciones saludables, como compartir una comida con una amiga.
4. Sé razonable.
Disfruta de todo tipo de comida, pero hazlo con mesura. Come despacio, saborea cada bocado y haz caso a tu cuerpo: come cuando tengas hambre y deja de comer cuando te hayas saciado. Apaga el televisor para concentrarte en la comida y el tiempo en familia.
5. Llénate de energía.
El desayuno es la mejor manera de comenzar el día: te da energía, estimula el cerebro y te prepara para que te sientas bien toda la jornada.
